Thursday 22 September 2011

La Iluminada


Mount Vernon, U Street, son zonas de Washington para la reconciliación con la ciudad. Entre M street y la 9th hay un callejon, Blagden Alley. Entras y sentados en la puerta de un garaje hay un par de tipos como recién teletransportados de Woodstock que hablan de Jim Morrison y cantan poderosas canciones acompañadas por una guitarra. Hay grafitis, ¡aleluya! y un garaje donde unos tipos intercambian golpes dentro de un ring. En otra esquina está Insomniac Design que es donde Rachel me ha citado. También es donde va a tener lugar su instalación viva el sábado en la versión local de la Noche en Blanco. No tengo ni idea de qué va pero siendo idea de Rachel seguro que es divertido y bizarro con un componente trascendental. Al llegar me invita a que eche un vistazo por el espacio que ocupa una planta baja y dos pisos. El último es una terraza a la que se accede desde otra mini terraza en la primera planta y por medio de una escalera de caracol. Según camino por el estuido me imagino que en la primera planta (donde hay una barra) tiene que ocurrir algo excéntrico y de manicomio. Por ejemplo que unos tipos con vestimenta elegante estilo Star Trek están diseñando inteligencia artificial mientras toman cócteles ultra narcotizantes y que en la terraza más alta tiene lugar algún tipo de ritual o sacrificio. No se me ocurre qué puede pasar en la planta baja. En las 3 horas de ensayo siguientes Rachel va desgranando la pieza y su deseo de que el happening ofrezca al público un recorrido simbólico de la muerte a la vida. El espectáculo se llama 'lit' o 'iluminado' y la iluminación o la oscuridad son elementos clave en la historia. En el espectáculo manipulamos la iluminación con linternas, luces de navidad y otros artefactos iluminados.  Abajo, al comienzo, recibimos a los visitantes con una grandes linternas en los ojos como si fuéramos buhos o extraterrestres, o pirados. Luego creamos un bosque de haces de luz, gateamos, danzamos y yo tengo una parte donde improviso una danza de mono iluminado mientras un batería y un contrabajo tocan a mi lado. Gente sale de los armarios y cuentan historias sobre la ciudad y se relatan cuentos con sombras proyectadas sobre una puerta traslúcida en forma de tríptico que da a una pequeña sala. Hay un momento en que el segurata  mete a alguien en el aseo y con la linterna y el cuarto a oscuras somete al visitante a un interrogatorio muy personal. Cuando todo acaba, a oscuras y con ruido de metales golpeando la barandilla subimos a la carrera al piso de arriba donde, efectivamente, hay caos y pintura, música y frenesí. Una mujer cuenta historias sobre un colchón en el armario, suena un chelo dentro de un cuarto de baño lleno de sangre. Al cabo vuelve la oscuridad y unas luces indican que la visita continúa en la terraza exterior. Desde allí se contempla cantar a una cantante en lo más alto de la escalera de caracol. El visitante sube y en la terraza de arriba se ofrece un ritual de respeto a los cuatro puntos cardinales y todos cantamos:

Hey ho, nobody home
Meat nor drink nor money have I none
Yet we shall be very merry

Hay un guión, y el segurata/narrador hace de guía para el público pero habrá espacio para la improvisación y el público decide si quiere observar solamente o si en cambio quiere participar de lo que ocurre. Creo que hay algún parecido entre lo que imaginaba y lo que es. Supongo que al fin y al cabo vivimos un año juntos y me gusta pensar que el habernos formado juntos hace que cuando miramos un espacio e identificamos su potencial, surjan ideas parecidas. Iba a escribir sobre lo talentosa que es Rachel y sobre todas sus otras cualidades artísticas y personales pero creo que la descripción es una buena tarjeta de presentación y así no me pongo muy cheese. Va por ti, chula.