Monday 9 March 2015

miradas

Recogiendo la habitación, aligerando el equipaje antes de zarpar me he encontrado este poema de mi padre para mí.

Infatigable interior

Escápate
de esta certidumbre cómoda y hostil
donde todos conocen las reglas 
y sufren la asfixia que provocan.

Fleta esa embarcación minúscula 
donde cabe todo lo necesario
para tu espléndida travesía,
no repares
en la desconchada pintura de sus maderos,
huellas del sol, el agua, el viento, el mar,
también subieron como tú
a sentir los vaivenes de lo incierto.

Entrégate
a esa verdad aprendida en las noches,
sin más abrigo que la lejana oscuridad
salpicada por ojos temblorosos.

No es la verdad de nadie
si decides hacerla tuya,
con toda su carga de valor
con toda su carga de miedo
sabes bien que ambos anidan
en la misma habitación,
pero duermen en camas separadas.

Conoces el camino
y los puentes que tú mismo has tendido
para no quedar en la orilla
atrapado, perdido, roto.

Has abierto espacio a la desafinada voz del cómico
a la inespresiva máscara
refugio de un alma inquieta o exultante,
qué más da
si provocas el guiño cómplice
de cuantos en ella se reflejan.

En esa maleta raída
ahora descansando,
hay maratones de incertidumbre, 
se encierran muchos pasos vacilantes
precisos para terminar andando
con el aplomo que da el aprendizaje.
Siempre vi algo de luz
escapando por sus rendijas en la piel gastada
y si tuvo algo de tierra
resultó fértil como hembra joven.
La soga, el spray, los sombreros
hilos de colores en nudos imposibles
dirigidos con armonía
por esa voz resonante emergiendo
atrevida, irreverente,
un espasmo de luz
en la noche plomiza y confortable.

Escríbeme,
si puedes escríbeme desde la orilla
adonde te lleve esa nave,
siempre quise saber de ti
y aquí te espero
en nuestro espacio de blancas avenidas
una vez reanudado el tránsito,
cerca ya los días serenos del otoño
asomando bajo el turbio cielo
y la frescura del viento racheado.

Vuelve a esta casa como el remedio
como la mano que te recoge en la noche,
es la tierra firme casi olvidada
de la que sales, a la que vuelves
para contar, para sentir, para seguir.

Los Nietos, 19 de Septiembre de 2014