Friday 9 September 2016

Trivialidades de extranjería




De las cosas más desconcertantes del día a día porteño y de la interacción vecinal es sin duda la manera de saludarse. El saludo que yo bautizo hoy “a lo inglés viejo”. La manera de saludarse que aprendíamos en inglés en la primaria y me llenaba el espíritu de desazón: el “how do you do?” Que se responde con un idéntico y sorprendente “how do you do?” 

Una pregunta cuya respuesta es la misma pregunta. Cuánta anarquía y sin razón. En Buenos Aires el vecino que pregunta “qué tal?” cuando te lo cruzas por ahí no  espera que le digas ni tan siquiera ‘bien gracias’. No espera con esperanza, ni tampoco espera con su tiempo. Y si ignorante de las maneras locales consigues balbucear cualquier cosa, esa pasta informe quedará desparramada por la escalera -vencida por no haber llegado-, mientras el que te preguntó se aleja aureo más allá de la indiferencia. El “qué tal?” porteño se responde con un “qué tal?” y ya.

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